NUEVA DIRECTRIZ DEL ACC/AHA ABORDA LA PREVENCIÓN, DETECCIÓN, EVALUACIÓN Y TRATAMIENTO DE LA PRESIÓN ARTERIAL ALTA

La última Guía de Práctica Clínica del ACC, la Asociación Americana del Corazón (AHA) y otras 11 sociedades ofrece recomendaciones actualizadas para profesionales clínicos sobre la prevención, detección, evaluación y tratamiento de la hipertensión arterial en adultos. Publicada en JACC, la nueva guía refleja las últimas investigaciones y evidencias desde febrero de 2015 y reemplaza la versión anterior de 2017.

Entre los principales cambios incluidos en la guía, varias recomendaciones nuevas o revisadas abordan temas relacionados con las formas secundarias de hipertensión, el aldosteronismo primario, el estilo de vida y los enfoques psicosociales, la hipertensión y el embarazo, la hemorragia intracerebral aguda, la hipertensión resistente y la denervación renal, la diabetes, la enfermedad renal crónica, el deterioro cognitivo leve y la demencia. Uno de los cambios más importantes se refiere al uso de la calculadora de riesgo PREVENT para estimar el riesgo de enfermedad cardiovascular y orientar el tratamiento farmacológico frente al uso de ecuaciones de cohorte agrupadas. PREVENT, que combina medidas de salud cardiovascular, renal y metabólica, proporciona estimaciones de riesgo más precisas de enfermedad cardiovascular, según los autores.

Varias actualizaciones importantes incluyen la recomendación de realizar pruebas de detección de aldosteronismo primario en pacientes con hipertensión resistente, independientemente de la presencia de hipopotasemia, con el fin de aumentar las tasas de detección, diagnóstico y terapia dirigida específica. Además, se recomienda continuar con la mayoría de los medicamentos antihipertensivos (excepto los antirretrovirales) antes de realizar pruebas de detección de aldosteronismo primario para minimizar los obstáculos o retrasos. Si bien la guía mantiene la recomendación de iniciar el tratamiento con dos medicamentos simultáneamente, preferiblemente en una sola pastilla combinada, se sugiere la posible adición de terapias más nuevas, como los medicamentos GLP-1, para algunos pacientes con hipertensión arterial y sobrepeso u obesidad.

Entre las nuevas recomendaciones para el embarazo, se recomienda el tratamiento con ciertos medicamentos para las mujeres embarazadas con hipertensión crónica cuando la presión arterial sistólica o diastólica alcanza 140/90 mmHg o más. Según los autores de la guía, este cambio refleja la creciente evidencia de que un control más estricto de la presión arterial en algunas personas durante el embarazo puede ayudar a reducir el riesgo de complicaciones graves. También se incluyen dos cambios importantes en las pruebas de laboratorio para la evaluación inicial: la determinación del cociente de albúmina y creatinina en orina para todas las pacientes con hipertensión arterial (anteriormente una prueba opcional) y el desarrollo de estrategias personalizadas para la medicación de la hipertensión arterial, respectivamente.

«La hipertensión arterial es el factor de riesgo más común y modificable de enfermedad cardíaca», afirmó el Dr. Daniel W. Jones, presidente del Comité de Redacción de la Guía. «Al abordar los riesgos individuales de forma temprana y ofrecer estrategias más personalizadas a lo largo de la vida, la guía de 2025 busca ayudar a los profesionales clínicos a ayudar a más personas a controlar su presión arterial y reducir el impacto de las enfermedades cardíacas, la enfermedad renal, la diabetes tipo 2 y la demencia».

De cara al futuro, Jones y sus colegas señalan que la medición precisa de la presión arterial sigue siendo un reto importante y que se necesitan estudios continuos en el ámbito de los métodos alternativos de medición, incluyendo monitores portátiles y sin manguito precisos. Añaden que, dadas las disparidades en el acceso a los servicios ambulatorios, también se necesitan estudios adicionales que comparen las mediciones de presión arterial en el hogar y en centros ambulatorios para estimar el riesgo de enfermedad cardiovascular. Comprender el impacto de los factores sociales de la salud en la presión arterial, la adherencia a la medicación y la aplicación óptima de las directrices también es fundamental, así como comprender el papel de los factores genéticos y epigenéticos.

La nueva guía se desarrolló en colaboración con la Academia Estadounidense de Médicos Asociados (AAP), la Asociación Estadounidense de Enfermeras Practicantes (AAP), el Colegio Estadounidense de Farmacia Clínica (ACP), el Colegio Estadounidense de Medicina Preventiva (AEP), la Sociedad Estadounidense de Geriatría (SGA), la Asociación Médica Estadounidense (AEM), la Sociedad Estadounidense de Cardiología Preventiva (SAC), la Asociación de Cardiólogos Afroamericanos (ACA), la Asociación Médica Nacional (NM), la Asociación de Enfermeras Cardiovasculares Preventivas (AEC) y la Sociedad de Medicina Interna General (SCI). Además de en JACC , se publicó en Circulation y Hypertension.

Fuente: American College of Cardiology

Referencia: Jones DW, Ferdinand KC, Taler SJ, et al. 2025 AHA/ ACC/AANP/AAPA/ABC/ACCP/ACPM/AGS/AMA/ASPC/ NMA/PCNA/SGIM guideline for the prevention, detection, evaluation, and management of high blood pressure in adults: a report of the American College of Cardiology/American Heart Association Joint Committee on Clinical Practice Guidelines. J Am Coll Cardiol. Published online August 14, 2025.