DIETA DASH EN 2025: FUNDAMENTAL PERO SUBUTILIZADA

La Dieta DASH (Enfoques Dietéticos para Detener la Hipertensión), introducida en 1997, sigue siendo, incluso en 2025, el patrón de alimentación más eficaz y fundamental para combatir la hipertensión, una epidemia global que continúa afectando la salud cardiovascular.

Esta dieta, respaldada por décadas de sólida evidencia científica, se caracteriza por ser predominantemente vegetal, priorizando frutas, verduras, lácteos bajos en grasa, cereales integrales y proteínas magras. Su poder reside en que es rica en minerales reductores de la presión arterial (como potasio, magnesio y calcio) y fibra, mientras que restringe estrictamente los culpables dietéticos: grasas no saludables, exceso de sodio y azúcares añadidos. Estudios clínicos y metaanálisis han demostrado que la DASH reduce la presión arterial sistólica y diastólica de forma más marcada que otras dietas cardiosaludables. Además de su impacto en la presión arterial, contribuye favorablemente a la pérdida de peso y a la reducción del colesterol.

En sintonía con su probada eficacia, la Guía multisociedad 2025 para la presión arterial alta de la AHA/ACC ha reforzado su recomendación. La dieta DASH ya no solo se prescribe a pacientes con hipertensión, sino que se recomienda a todos los adultos como la medida no farmacológica más potente para la prevención y el tratamiento. De hecho, se sugiere como tratamiento de primera línea para ciertos casos de hipertensión en estadio 1. A pesar de ser tan fundamental y de contar con el apoyo inequívoco de las directrices, existe una profunda brecha entre la evidencia científica y la implementación en la vida real. La dieta DASH está notablemente subutilizada. Las barreras para su adopción son complejas y a menudo sistémicas, afectando desproporcionadamente a poblaciones vulnerables. Entre ellas se encuentran las restricciones socioeconómicas, la baja disponibilidad de alimentos saludables a precios asequibles, la falta de educación nutricional y las diferencias culturales en los hábitos alimentarios.

Para cerrar esta brecha, los expertos abogan por ir más allá de la mera recomendación. Se requieren estrategias concretas que aborden estas barreras socioeconómicas y culturales. Esto implica un enfoque multidisciplinario en la atención clínica, con colaboración entre médicos y dietistas, y la implementación de planes dietéticos personalizados y adaptados culturalmente. Solo traduciendo el conocimiento científico en acciones prácticas y accesibles se podrá aprovechar plenamente el potencial de la Dieta DASH para mejorar la salud pública y controlar la epidemia de hipertensión.

Referencia: Filippou C. The DASH Diet in 2025: Still Foundational, Still Underused. J Am Coll Cardiol. 2025 Aug 15:S0735-1097(25)07395-4.