EL IMC POR SÍ SOLO PUEDE NO DETECTAR EL EXCESO DE ADIPOSIDAD EN NIÑOS SIN OBESIDAD
- Dom 2 de Nov 2025
- Sochob
- Noticias Actuales
El índice de masa corporal (IMC) es una herramienta ampliamente utilizada para estimar la obesidad infantil, sin embargo, su capacidad para reflejar el verdadero exceso de grasa corporal —o adiposidad— presenta importantes limitaciones. Una reciente investigación publicada en JAMA Pediatrics analizó con mayor detalle esta discrepancia, mostrando que aunque el IMC identifica correctamente a casi todos los niños y adolescentes con obesidad, no logra detectar a muchos jóvenes sin obesidad aparente que, sin embargo, presentan una cantidad de grasa corporal excesiva y clínicamente relevante.
El estudio, basado en datos de la Cohorte Hispana del Condado de Cameron (CCHC), en el sur de Texas, incluyó a 183 participantes de entre 8 y 17 años, a quienes se les realizaron mediciones antropométricas y densitometrías óseas (DEXA), el método más preciso para evaluar la composición corporal. Los resultados mostraron que el 36% de los participantes presentaban obesidad según el IMC, y que casi todos (más del 98%) tenían exceso de adiposidad confirmada. Sin embargo, también se observó que un 32,5% de los niños sin obesidad según IMC mostraban exceso de grasa corporal al evaluarse con DEXA, un hallazgo que refleja una proporción significativa de casos que pasarían desapercibidos si se utilizara solo el IMC.
Al comparar estos resultados con los datos de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición de Estados Unidos (NHANES), los investigadores encontraron patrones similares: una alta concordancia entre obesidad por IMC y exceso de adiposidad, pero también una fracción considerable de jóvenes no obesos con grasa corporal elevada. Esto fue particularmente evidente entre los participantes de ascendencia hispana y mexicana, quienes mostraron mayores índices de adiposidad central y masa grasa total que otros grupos étnicos. Los autores destacan que estos resultados son clínicamente relevantes porque el IMC no mide directamente la composición corporal, sino que se basa en el peso y la talla, lo cual puede ocultar diferencias en la distribución y cantidad de grasa, especialmente en niños con contexturas corporales distintas o con mayor masa magra. Por ello, el IMC puede subestimar el riesgo metabólico en una parte importante de la población pediátrica, al clasificar como “normales” a niños que presentan exceso de grasa visceral o subcutánea, factores estrechamente asociados con resistencia a la insulina, dislipidemia y riesgo cardiovascular futuro.
El estudio también subraya la importancia de implementar métodos complementarios en la evaluación del riesgo metabólico infantil. Medidas simples como la circunferencia de cintura o la relación cintura-estatura, y en contextos de investigación o atención especializada, técnicas como la DEXA, pueden ayudar a detectar adiposidad oculta y mejorar la estratificación del riesgo. Los autores reconocen limitaciones, como el tamaño muestral relativamente pequeño y la falta de ajuste por estado puberal, pero destacan que sus hallazgos son consistentes con la evidencia en adultos y con investigaciones previas que muestran que el IMC puede ser un indicador insuficiente de salud metabólica.
En conclusión, los resultados refuerzan la necesidad de redefinir los criterios de detección de obesidad pediátrica. El uso exclusivo del IMC puede llevar a un subdiagnóstico del exceso de adiposidad, especialmente en poblaciones con alta vulnerabilidad metabólica. Incorporar mediciones de composición corporal permitiría una identificación más precisa de los niños y adolescentes en riesgo, mejorando así las estrategias de prevención y manejo temprano de enfermedades metabólicas en la infancia.
Referencia: Palmer AB, Lee KH, Roshani R, et al. Prevalence of obesity with confirmed excess adiposity in us children and adolescents. JAMA Pediatr. 2025 Sep 8:e252991.