LA OBESIDAD Y LAS DIETAS RICAS EN GRASAS ESTÁN RELACIONADAS CON EL ENVEJECIMIENTO ACELERADO DE LOS VASOS SANGUÍNEOS DEL CEREBRO

Un nuevo estudio realizado en ratones rastrea cómo la obesidad y una dieta rica en grasas pueden acelerar el envejecimiento en los vasos sanguíneos que suministran sangre al cerebro. El trabajo se presenta esta semana en la Cumbre Estadounidense de Fisiología, la reunión anual emblemática de la Sociedad Estadounidense de Fisiología (APS), en Long Beach, California.

Los hallazgos sugieren que la obesidad y una mala alimentación pueden provocar que se acumulen daños en los vasos sanguíneos, reduciendo el suministro de oxígeno a partes del cerebro y, en última instancia, provocando un deterioro cognitivo. El estudio podría ayudar a los científicos a encontrar formas de intervenir y preservar la función cerebral en personas con obesidad, que se estima que afecta a alrededor del 42% de los adultos estadounidenses. “Este proyecto destaca el papel crítico de los componentes vasculares y el envejecimiento celular en el deterioro cognitivo, identificando nuevos objetivos terapéuticos potenciales para la prevención y el tratamiento de la demencia”, dijo Sharon Negri, PhD, primera autora del estudio e investigadora postdoctoral en el laboratorio de Stefano Tarantini, PhD, en el Departamento de Neurocirugía del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Oklahoma.

Investigaciones anteriores han encontrado fuertes vínculos entre la obesidad en la mediana edad y un mayor riesgo de deterioro cognitivo y demencia en el futuro. Los científicos intentaron descubrir los mecanismos detrás de esta asociación, centrándose especialmente en el papel de la dieta y la salud vascular.  Para ello, los investigadores estudiaron el impacto de una dieta rica en grasas en el flujo sanguíneo al cerebro y el rendimiento de la memoria en ratones obesos de edad avanzada. Utilizando un modelo de ratón especial, también pudieron medir la senescencia celular, un proceso en el que las células dejan de dividirse y formar nuevas células. La senescencia celular aumenta con el envejecimiento y contribuye a una variedad de enfermedades asociadas al envejecimiento. La obesidad puede hacer que las células de los vasos sanguíneos del cerebro envejezcan más rápido y alcancen la senescencia. Si se establece un vínculo entre la obesidad y la senescencia celular, se podrían abrir nuevas líneas de investigación destinadas a explorar vías terapéuticas para prevenir o ralentizar la progresión de la senescencia, con el potencial de mitigar los problemas de salud relacionados con la obesidad, incluido el deterioro cognitivo”, señaló Sharon Negri, PhD, primera autora del estudio

Los resultados mostraron que después de tres meses, los ratones alimentados con una dieta alta en grasas tenían una mayor senescencia celular y una densidad reducida de vasos sanguíneos sanos en el cerebro, así como evidencia de deterioro del aprendizaje en una prueba de laberinto, en comparación con ratones de peso normal alimentados con una dieta estándar. Además, los científicos descubrieron que la eliminación de las células senescentes con Navitoclax, un fármaco contra el cáncer en investigación que mata selectivamente las células senescentes, mejoraba las características de la vasculatura cerebral.  Si más experimentos confirman que es posible revertir los efectos perjudiciales de la senescencia, Negri y Tarantini planean evaluar si diversas intervenciones en el estilo de vida podrían ayudar a prevenir o reducir el deterioro cognitivo inducido por la obesidad.

Fuente: https://www.news-medical.net (07/04/24)

Referencia: The American Physiology Summit, April 4–7, 2024, Long Beach, California.