LOS FÁRMACOS GLP-1 SON EFICACES PARA LA PÉRDIDA DE PESO, PERO SE NECESITAN MÁS ESTUDIOS INDEPENDIENTES
- Dom 2 de Nov 2025
 - Sochob
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      Tres nuevas revisiones Cochrane encuentran evidencia de que los fármacos GLP-1 producen una pérdida de peso clínicamente significativa, pero los estudios financiados por la industria generan dudas. Estas revisiones fueron encargadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para fundamentar las próximas directrices sobre el uso de estos fármacos en el tratamiento de la obesidad.
Los estudios, que analizan los efectos de tres fármacos para la pérdida de peso conocidos como antagonistas del receptor GLP-1, han constatado que los tres producen una pérdida de peso clínicamente significativa en comparación con el placebo. Sin embargo, la evidencia sobre los resultados a largo plazo, los efectos secundarios y los posibles conflictos de interés sigue siendo limitada o incierta. Los agonistas del receptor del péptido similar al glucagón-1 (GLP-1) se desarrollaron originalmente para tratar a personas con diabetes tipo 2 y comenzaron a utilizarse clínicamente a mediados de la década de 2000. En estos pacientes, especialmente en aquellos con cardiopatía o nefropatía, los fármacos mejoraron el control de la glucemia, redujeron el riesgo de complicaciones cardíacas y renales, favorecieron la pérdida de peso y disminuyeron el riesgo de muerte prematura.
Más recientemente, se han realizado ensayos clínicos con agonistas del receptor GLP-1 en personas con obesidad. Estos fármacos imitan la actividad de una hormona natural que ralentiza la digestión y ayuda a prolongar la sensación de saciedad. Actualmente, están autorizados en el Reino Unido para el control del peso, junto con una dieta hipocalórica y ejercicio, en personas con obesidad o con sobrepeso que presentan problemas de salud relacionados con el peso.
Los fármacos GLP-1 se muestran prometedores para el control del peso
En todas las revisiones, tirzepatida, semaglutida y liraglutida produjeron una pérdida de peso significativa en comparación con el placebo después de uno o dos años, y es probable que estos efectos se mantengan mientras continúe el tratamiento. La tirzepatida (administrada una vez por semana) produjo una reducción de peso de aproximadamente el 16% tras 12 a 18 meses. La evidencia de ocho ensayos controlados aleatorizados (6361 participantes) también sugirió que estos efectos podrían mantenerse hasta por 3,5 años, aunque los datos de seguridad a largo plazo fueron limitados.
La semaglutida (también administrada mediante inyección semanal) redujo el peso corporal en aproximadamente un 11% tras 24 a 68 semanas, con efectos que probablemente se mantuvieron hasta dos años, según 18 ensayos controlados aleatorizados (27.949 participantes). El fármaco aumentó la probabilidad de lograr una pérdida de peso de al menos el 5%, pero se asoció con mayores tasas de efectos secundarios gastrointestinales leves a moderados. La liraglutida (inyección diaria) produjo una reducción de peso promedio más modesta, de alrededor del 4% al 5%, según 24 ensayos (9937 participantes), pero aun así aumentó la proporción de personas que lograron una pérdida de peso significativa en comparación con el placebo. La evidencia sobre los efectos a largo plazo, más allá de los dos años, fue más limitada.
En todos los análisis, se observó poca o ninguna diferencia entre estos fármacos y el placebo en cuanto a eventos cardiovasculares mayores, calidad de vida o mortalidad. Sin embargo, los eventos adversos, en particular las náuseas y los síntomas digestivos, fueron más frecuentes entre los participantes que tomaban fármacos GLP-1, y algunos interrumpieron el tratamiento debido a los efectos secundarios. «Estos fármacos tienen el potencial de producir una pérdida de peso sustancial, sobre todo durante el primer año», afirma Juan Franco, coinvestigador principal de la Universidad Heinrich Heine de Düsseldorf, Alemania. «Es un momento emocionante tras décadas de intentos infructuosos por encontrar tratamientos eficaces para las personas que viven con obesidad».
La investigación independiente y el acceso equitativo son clave
La mayoría de los estudios incluidos fueron financiados por las compañías farmacéuticas, quienes participaron activamente en la planificación, realización, análisis y presentación de los resultados. Esto genera inquietudes sobre posibles conflictos de interés y la necesidad de realizar investigaciones independientes. Los autores también destacaron que la generalización del uso de estos fármacos debería considerar los determinantes sociales y económicos de la salud, como el acceso, la asequibilidad y la cobertura de seguro, para evitar agravar las desigualdades sanitarias existentes entre las personas con obesidad. Los elevados precios de la semaglutida y la tirzepatida limitan actualmente el acceso, mientras que la expiración de la patente de la liraglutida ha permitido la disponibilidad de versiones genéricas más asequibles. La patente de la semaglutida también expirará en 2026. Los estudios incluidos en las tres revisiones se realizaron principalmente en países de ingresos medios y altos, con escasa o nula representación de regiones como África, América Central y el Sudeste Asiático. Dada la diversidad en la composición corporal, la dieta y los hábitos de salud entre las poblaciones, los autores destacan la importancia de evaluar el desempeño de estos fármacos en diferentes contextos globales.
«Necesitamos más datos sobre los efectos a largo plazo y otros desenlaces relacionados con la salud cardiovascular, sobre todo en personas con menor riesgo», afirma Eva Madrid, coinvestigadora principal de la Universidad de Valparaíso, Chile. «La recuperación del peso tras la interrupción del tratamiento puede afectar la sostenibilidad a largo plazo de los beneficios observados. Se requieren más estudios independientes desde una perspectiva de salud pública». Las revisiones subrayan que las investigaciones independientes a largo plazo son esenciales para fundamentar las decisiones clínicas y de política pública y para establecer mejor el papel de los agonistas del receptor GLP-1 en el control del peso a largo plazo.
Estas revisiones, encargadas por la Organización Mundial de la Salud, servirán de base para las próximas directrices de la OMS sobre el uso de agonistas del receptor GLP-1 para el tratamiento de la obesidad. Se prevé que las directrices se publiquen próximamente, tras una consulta pública celebrada en septiembre.
Fuente: https://www.cochrane.org
Referencias: Franco JV, Guo Y, Varela LB, et al. Tirzepatide for adults living with obesity. Cochrane Database Syst Rev. 2025 Oct 30;10(10):CD016018.
Bracchiglione J, Meza N, Franco JV, et al. Semaglutide for adults living with obesity. Cochrane Database Syst Rev. 2025 Oct 30;10(10):CD015092.
Meza N, Bracchiglione J, Escobar Liquitay CM, et al. Liraglutide for adults living with obesity. Cochrane Database Syst Rev. 2025 Oct 30;10(10):CD016017.