NEUROESTRÓGENO: EL ARMA SECRETA DEL CEREBRO CONTRA EL HAMBRE

Durante años, los estrógenos se conocieron como las hormonas reproductivas producidas por los ovarios, pero descubrimientos recientes revelan que estas hormonas también se sintetizan en el cerebro mediante una enzima llamada aromatasa.

Esta versión cerebral del estrógeno se denomina neuroestrógeno, y si bien se conocía su presencia, su función precisa no se había esclarecido hasta ahora. Investigadores de la Universidad de Salud de Fujita revelan un descubrimiento revolucionario que sugiere el papel directo del neuroestrógeno en la regulación del apetito. «Es bien sabido que el MC4R (receptor de melanocortina-4) es un receptor importante en el cerebro que regula la ingesta de alimentos», explica el autor principal Takanori Hayashi, profesor asociado de la Facultad de Medicina de la Universidad de Salud de Fujita, Japón.

El estudio fue dirigido por el Dr. Hayashi y el Dr. Eiji Nishio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Salud de Fujita, en colaboración con la Facultad de Medicina de la Universidad de Chiba y la Universidad de Fukuoka (Japón). Los resultados del estudio se publicaron en línea en The FEBS Journal el 18 de febrero de 2025. Para investigar la función de los neuroestrógenos, el equipo empleó varios modelos murinos, comparando animales sin producción de estrógenos con aquellos que sí la sintetizan activamente. Los ratones sin ovarios (OVX) y sin aromatasa (ArKO) mostraron un aumento notable en el peso corporal y el consumo de alimentos en comparación con los ratones normales.

Sin embargo, al reactivar selectivamente el gen de la aromatasa en el cerebro de ratones ArKO (cepa BrTG-ArKO), los animales presentaron una ingesta de alimentos significativamente menor en comparación con el grupo anterior. También mostraron un marcado aumento en la expresión de MC4R en el hipotálamo. Esto demuestra que el neuroestrógeno producido por la aromatasa participa en la expresión de MC4R y, por lo tanto, induce la supresión del hambre. Además, el estudio también reveló que el neuroestrógeno podría mejorar la capacidad de respuesta del cerebro a la leptina, una hormona producida por las células grasas que ayuda a regular el hambre.

«Observamos que los ratones con neuroestrógenos restaurados respondieron con mayor eficacia al tratamiento con leptina», explica el Dr. Hayashi. «Esto podría deberse a que el neuroestrógeno potencia los mecanismos naturales del cuerpo para suprimir el apetito». Además, los investigadores realizaron experimentos con cultivos celulares para confirmar cómo el neuroestrógeno podría aumentar directamente los niveles de MC4R en las neuronas hipotalámicas. Esto proporciona evidencia adicional de que sus efectos son localizados y no dependen del estrógeno ovárico. El Dr. Hayashi elogia el éxito de su descubrimiento y comenta: «Con su función recién descubierta, el neuroestrógeno podría ser un factor decisivo en el control del apetito y la lucha contra la obesidad». A medida que las tasas de obesidad mundial continúan aumentando y los tratamientos convencionales para perder peso a menudo resultan insuficientes, esta capacidad de influir en el apetito a través de la propia hormona del cerebro abre una nueva y apasionante frontera para la investigación clínica y el desarrollo de fármacos.

Enfatizando la importancia de su investigación, los investigadores señalan que a medida que comprendamos mejor la función fisiológica de los neuroestrógenos, será posible regular la actividad estrogénica con mayor precisión en el organismo. Esto podría tener implicaciones de gran alcance para la salud femenina, especialmente en el manejo de los desafíos hormonales propios de la etapa de la vida, como la menopausia o el aumento de peso posparto. El estudio supone un gran avance en la comprensión de cómo nuestro cerebro regula el hambre y el equilibrio energético. Al descifrar cómo interactúa el neuroestrógeno con otras hormonas, los investigadores esperan desarrollar tratamientos innovadores que ataquen el apetito desde su origen: el cerebro.

Fuente: Fujita Health University

Referencia: Hayashi T, Kumamoto K, Kobayashi T, et al. Estrogen synthesized in the central nervous system enhances MC4R expression and reduces food intake. FEBS J. 2025 Feb 18.