OBESIDAD ABDOMINAL CON IMC NORMAL Y SU ASOCIACIÓN CON RIESGO CARDIOMETABÓLICO
- Mar 28 de Oct 2025
- Sochob
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Un estudio internacional reveló que más del 20% de los adultos con un IMC dentro del rango normal presentan obesidad abdominal, lo que los coloca en mayor riesgo de hipertensión, diabetes, colesterol total elevado y triglicéridos altos.
Los trastornos cardiometabólicos continúan siendo una de las principales causas de mortalidad y discapacidad a nivel mundial. En las últimas tres décadas, los casos de enfermedad cardiovascular casi se duplicaron, pasando de 271 a 523 millones, con un incremento paralelo en los años de vida perdidos por discapacidad. La obesidad abdominal, y en particular la acumulación de grasa visceral, altera los procesos metabólicos mediante mecanismos inflamatorios que promueven resistencia a la insulina, dislipidemia, hipertensión y alteraciones en la regulación de la glucosa. En 2022, la diabetes afectó a cerca de 828 millones de adultos.
El índice de masa corporal (IMC), aunque ampliamente utilizado, no refleja la distribución de la grasa corporal, lo que explica por qué individuos con un IMC normal pueden presentar un riesgo cardiovascular elevado cuando tienen una circunferencia de cintura aumentada. El estudio, titulado “Cardiometabolic outcomes among adults with abdominal obesity and normal body mass index”, publicado en JAMA Network Open, analizó datos de 471.228 adultos de entre 15 y 69 años provenientes de 91 países, recogidos a través de las encuestas STEPS de la OMS entre 2000 y 2020. La obesidad abdominal se definió como una circunferencia de cintura ≥ 80 cm en mujeres y ≥ 94 cm en hombres, mientras que el IMC normal correspondió a 18,5–24,9 kg/m². Los principales desenlaces evaluados fueron hipertensión, diabetes, colesterol total alto y triglicéridos elevados.
Los hallazgos mostraron que quienes tenían obesidad abdominal con peso normal presentaban mayor probabilidad de:
- Hipertensión (OR: 1,29)
- Diabetes (OR: 1,81)
- Colesterol total alto (OR: 1,39)
- Triglicéridos elevados (OR: 1,56)
También se observó que la inactividad física (OR: 1,60) y el bajo consumo de frutas y verduras (OR: 1,22) se asociaban con mayor riesgo. De manera interesante, el nivel educativo se relacionó positivamente con la obesidad abdominal en la mayoría de las regiones —excepto en África, donde una educación superior redujo el riesgo (OR: 0,64)—. A nivel global, el 21,7% de los individuos con IMC normal presentaban obesidad abdominal, con grandes variaciones regionales: desde el 15,3% en el Pacífico Occidental hasta el 32,6% en el Mediterráneo Oriental. El Líbano registró la prevalencia más alta (58,4%) y Mozambique, la más baja (6,9%).
En conjunto, los resultados demuestran que el IMC por sí solo es un marcador insuficiente para identificar a las personas con riesgo cardiometabólico elevado. Los autores subrayan la necesidad de incorporar la medición rutinaria de la circunferencia de cintura en las evaluaciones clínicas para una detección más precisa del riesgo metabólico oculto.
Referencia: Ahmed KY, Aychiluhm SB, Thapa S, et al. Cardiometabolic outcomes among adults with abdominal obesity and normal body mass index. JAMA Netw Open. 2025 Oct 1;8(10):e2537942.