SUPLEMENTACIÓN DE VITAMINA D Y RETRASO DEL ENVEJECIMIENTO

Un estudio reciente de la Universidad de Augusta (EEUU) plantea que los suplementos de vitamina D podrían desempeñar un papel en la protección de los telómeros, las estructuras que actúan como “tapones” en los extremos de los cromosomas y que se acortan con cada división celular. Su conservación es relevante porque los telómeros más cortos se han asociado a un mayor riesgo de enfermedades relacionadas con el envejecimiento, como cáncer, cardiopatías y osteoartritis.

En el estudio, más de mil adultos con una edad promedio de 65 años fueron seguidos durante cinco años. La mitad recibió 2.000 UI diarias de vitamina D, mientras que la otra mitad tomó un placebo. Los resultados mostraron que quienes tomaron vitamina D mantuvieron telómeros aproximadamente 140 pares de bases más largos, una diferencia significativa si se considera que en promedio los telómeros suelen acortarse cerca de 460 pares de bases en una década. Esto sugiere un posible efecto protector frente al deterioro celular asociado al envejecimiento.

La vitamina D es conocida por su papel fundamental en la salud ósea, ya que facilita la absorción de calcio, y su déficit aumenta el riesgo de osteoporosis. Sin embargo, en los últimos años se ha estudiado también su efecto sobre el sistema inmunitario y sus propiedades antiinflamatorias. Dado que la inflamación acelera el acortamiento de los telómeros, se plantea que este podría ser uno de los mecanismos que expliquen su beneficio. Además, algunas evidencias sugieren que podría reducir el riesgo de infecciones respiratorias y contribuir a la prevención de enfermedades autoinmunes, aunque se requieren más estudios para confirmarlo. No obstante, existen puntos de cautela. Aún no está claro cuál es la dosis ideal para obtener estos efectos, ya que el estudio utilizó 2.000 UI diarias, cifra muy superior a las recomendaciones actuales de 600–800 UI. Además, algunos investigadores advierten que telómeros excesivamente largos también pueden asociarse con riesgos, por lo que mantener un “punto óptimo” sería lo más beneficioso. También influyen factores individuales como los niveles previos de vitamina D, la dieta, la exposición al sol y la interacción con otros nutrientes.

En conclusión, aunque la vitamina D muestra un potencial prometedor como parte de las estrategias para mantener la salud celular y retrasar el envejecimiento, aún no es recomendable consumir altas dosis sin supervisión médica. La evidencia más sólida continúa respaldando los pilares tradicionales de un envejecimiento saludable: una alimentación equilibrada, ejercicio regular, sueño adecuado, evitar el tabaco y manejar el estrés. Los suplementos de vitamina D pueden ser útiles en personas con deficiencia o con riesgo de salud ósea, pero su papel en la longevidad y el envejecimiento saludable debe entenderse como una pieza más dentro de un rompecabezas complejo.

Fuente: https://theconversation.com 

Referencia: Zhu H, Manson JE, Cook NR, et al. Vitamin D3 and marine ω-3 fatty acids supplementation and leukocyte telomere length: 4-year findings from the VITamin D and OmegA-3 TriaL (VITAL) randomized controlled trial. Am J Clin Nutr 2025;122:39-47.