LA GRASA VEGETAL DISMINUYE EL RIESGO DE ICTUS

Comer cantidades altas de carnes roja, procesadas y grasa animal aumenta el riesgo de accidente cerebrovascular, mientras que consumir grasa vegetal o grasa poliinsaturada lo reduce, según una investigación que se presentará en las Sesiones Científicas de la American Heart Association 2021. «Nuestras conclusiones indican que el tipo de grasa y las diferentes fuentes alimenticias de la misma son más importantes que la cantidad total en la prevención de enfermedades cardiovasculares, incluido el accidente cerebrovascular», declara Fenglei Wang, autor principal del estudio e investigador de la Escuela Chan de Salud Pública Harvard de Boston.

El estudio analizó a 11.7136 participantes durante 27 años, con una media de edad de 50 años, 63% eran mujeres, 97% blancos y todos libres de enfermedades cardíacas y cáncer en el momento de la inscripción. Cada 4 años, los participantes rellenaron cuestionarios de sus hábitos alimenticios que se utilizaron para calcular la cantidad, la fuente y los tipos de grasas que consumían habitualmente. Durante el estudio, 6.189 participantes sufrieron accidentes cerebrovasculares, incluidos 2.967 ictus isquémicos (causados por un trombo que corta el flujo sanguíneo a una parte del cerebro) y 814 accidentes cerebrovasculares hemorrágicos (sangrado de vasos en el cerebro). Los participantes con el porcentaje más elevado de consumo de grasas animales no lácteos tenían un 16% más de probabilidades de sufrir un accidente cerebrovascular que los que comían menos.

La grasa láctea procedentes de productos como queso, mantequilla, leche, helado y nata no se asoció con un mayor riesgo de accidente cerebrovascular. Los investigadores vieron además que las personas que consumieron la mayor cantidad de grasa vegetal y de grasas poliinsaturadas tenían un 12% menos de probabilidades de sufrir un derrame cerebral en comparación con los que comieron menos. La grasa láctea en productos como queso, mantequilla, leche, helado y nata no se asoció con un mayor riesgo de accidente cerebrovascular. Así, la grasa láctea en productos como queso, mantequilla, leche, helado y nata no se asoció con un mayor riesgo de accidente cerebrovascular. Sin embargo, las personas que consumían una porción más alta de carne roja total todos los días tenían un 8% más de riesgo de accidente cerebrovascular, y aquellos que tomaban una porción más de carne roja procesada tenían un 12% más de riesgo de accidente cerebrovascular.

«Estos resultados sugieren que, en general, se debe reducir el consumo de carne roja y procesada, minimizar las partes grasas de la carne sin procesar, si se consume y reemplazar la manteca de cerdo con aceites vegetales no tropicales como el aceite de oliva, aceites de maíz o soja en la cocina para reducir el riesgo de accidente cerebrovascular», añade Wang. «Muchas carnes procesadas tienen un alto contenido de sal y grasas saturadas y un bajo contenido de grasas vegetales. La investigación anima a reemplazar la carne procesada con otras fuentes de proteínas, particularmente fuentes vegetales, se asocia con tasas de mortalidad más bajas», añade Alice H. Lichtenstein, de la Universidad de Tufts (EE.UU). «Las características clave de un patrón de dieta saludable para el corazón, son equilibrar el consumo de calorías con las necesidades enérgeticas para lograr y mantener un peso saludable, elegir cereales integrales, proteínas magras y de origen vegetal y una variedad de frutas y verduras; además de limitar la sal, el azúcar, la grasa animal, los alimentos procesados y el alcohol». El estudio es observacional, por lo que los resultados no pueden establecer un vínculo de causa y efecto entre el consumo de grasas y el riesgo de accidente cerebrovascular.

Fuente: https://www.abc.es (10-11-21)