UN ESTUDIO INNOVADOR REVELA CÓMO EL EJERCICIO AYUDA A LAS CÉLULAS INMUNITARIAS A ELIMINAR EL CÁNCER

Una nueva investigación sugiere que ciertos metabolitos liberados por los músculos en el torrente sanguíneo durante el ejercicio mejoran las propiedades de las células inmunes contra el cáncer Sabemos que el ejercicio es bueno para la mente y el cuerpo, y durante años los investigadores han observado una clara correlación entre el ejercicio físico y tasas más bajas de incidencia de cáncer .

Pero no está claro exactamente cómo el ejercicio podría ayudar directamente al cuerpo a combatir el cáncer. Ahora, un estudio dirigido por investigadores del Karolinska Institutet de Suecia ha descubierto cómo el ejercicio puede reforzar la capacidad de matar el cáncer de ciertas células inmunes. Un estudio amplio y sólido de 2016 ofreció algunas de las pruebas más convincentes hasta la fecha que afirman la asociación entre la menor incidencia de cáncer y la actividad física. La investigación reunió datos de más de un millón de adultos para encontrar niveles más altos de ejercicio correlacionados con tasas más bajas de 13 tipos comunes de cáncer.

Al año siguiente, una revisión sistemática masiva de 100 estudios publicados encontró que los pacientes con cáncer que hacían ejercicio tenían resultados significativamente mejores que los que no lo hacían. Las implicaciones de estos hallazgos fueron que el ejercicio no solo puede prevenir la aparición de algunos cánceres, sino que posiblemente ayude al cuerpo a defenderse de manera más efectiva.

Pero quedaba una gran pregunta  ¿Cómo podría el ejercicio mejorar la capacidad del cuerpo para cazar y destruir células cancerosas? Este nuevo estudio se centró en una célula inmunitaria particular llamada célula T citotóxica. También conocidas como células T asesinas, son los agentes que matan el cáncer del cuerpo. La hipótesis que sustenta la investigación fue que el ejercicio produce ciertos metabolitos que mejoran la función de estas células que matan el cáncer.

A través de una serie de pruebas con animales, el nuevo estudio revela que estas células T asesinas están influenciadas positivamente por el ejercicio. Un experimento incluso transfirió células T de ratones en ejercicio a ratones no entrenados y observó mejores respuestas de reducción de tumores. El siguiente paso fue investigar cómo el ejercicio altera el comportamiento de las células T. Los investigadores se centraron en una serie de metabolitos producidos por los músculos durante el ejercicio y liberados al torrente sanguíneo. Posteriormente, se descubrió que estos metabolitos influían significativamente en la actividad de las células T.

Se observó que el lactato en particular refuerza notablemente la actividad de las células T. Un pequeño experimento que administró directamente L-lactato de sodio a ratones resultó en una mayor actividad de las células T y una mayor disminución en el crecimiento tumoral. Sin embargo, el estudio es cauteloso al señalar que la influencia metabólica del ejercicio sobre el cáncer se debe a más factores que solo la liberación de lactato. “Estos hallazgos indican que la infusión de lactato imita algunos de los efectos del ejercicio, pero que el ejercicio tiene componentes integradores adicionales más allá del simple aumento de los niveles de lactato”, escriben los investigadores en el estudio.

Helene Rundqvist, primera autora del nuevo estudio, sugiere que estos hallazgos ofrecen información clave sobre los mecanismos que sustentan los beneficios del ejercicio para matar el cáncer. Y si bien estos hallazgos son ciertamente interesantes desde el punto de vista académico, también ofrecen a los investigadores nuevas y ricas vías de investigación. El desarrollo de nuevas inmunoterapias que aprovechen esta actividad de las células T inducida por el ejercicio podría presentar tratamientos nuevos y poderosos para los pacientes con cáncer en el futuro.

“Nuestra investigación muestra que el ejercicio afecta la producción de varias moléculas y metabolitos que activan las células inmunes que luchan contra el cáncer y, por lo tanto, inhiben el crecimiento del cáncer”, dice Rundqvist. “Esperamos que estos resultados contribuyan a una comprensión más profunda de cómo nuestro estilo de vida afecta nuestro sistema inmunológico”. e informar el desarrollo de nuevas inmunoterapias contra el cáncer”.

Fuente: https://newatlas.com (28-10-20)