¿Qué es y en qué consiste el Proyecto Semáforo?

El Proyecto Semáforo es una iniciativa legal presentada por la Comisión de Salud del Senado, e impulsada por el parlamentario Guido Girardi, que busca rotular los alimentos según su composición nutricional y su consecuencia en la salud de la población.

Entre otras cosas, exige poner en los productos una circunferencia roja por cada nivel elevado de sal, azúcar y grasas que contengan.

Cabe destacar que la relación entre color y efecto en la salud sería: rojo/ malo, amarillo/ cuidado, y verde/ bueno.

Desde sus inicios, diversos sectores han manifestado su rechazo hacia esta Ley. El sector privado por ejemplo, representado por Chilealimentos, dice que su implementación estigmatizaría los alimentos, puesto que ni siquiera se librarían aquellos que son sanos o dañinos, dependiendo de quién los consume y en qué cantidad.

Es importante señalar que con la Ley Semáforo, que tiene carácter de urgencia en el Senado, no cambiaría el sistema de rotulación. Sin embargo, sí exige insertar la imagen de un semáforo con tres círculos en el envase: uno para la sal, otro para el azúcar y otro para la grasa. A juicio del senador Girardi, las lecturas en las etiquetas de los alimentos son ilegibles -por las letras diminutas- y que su contenido es incomprensible para cualquier persona. “No se entiende que un producto diga que contiene 50 ml. de azúcar. El común de los compradores no lo capta”, expresó.

Asimismo, indicó que “los cereales tienen hasta un 40% de azúcar y 500 ml. de sal. Hoy, la mamá cree que son saludables, pero a futuro este producto tendría dos círculos rojos y un círculo verde, porque los cereales no tienen grasa. De modo que la mamá con esta nueva rotulación -y los propios niños- tendrán la posibilidad de ver dos redondelitas rojas y comprender que ese producto tiene
niveles de sal y azúcar que no son buenos”.

El Proyecto Semáforo también obliga a los colegios a incluir clases que enseñen a los alumnos sobre hábitos alimenticios sanos; prohíbe la publicidad de los alimentos que contienen altos índices de grasa, azúcar y sal, y prohíbe también la venta en los colegios de estos productos, a los menores de 14 años, en un radio de 100 metros.
La iniciativa impide además que la comida chatarra use monitos, calcomanías y otros autoadhesivos o regalos que actúan “como trampas mortales para los niños”.
Finalmente, tampoco autoriza las grasas trans, que ya están prohibidas en Europa, porque producen cáncer.

Este cuadro ejemplifica lo que ocurriría en Chile con la Ley Semáforo y el etiquetado de los alimentos.

Fuente: SOCHOB
27 de agosto de 2008