CIENTÍFICOS DE LA UNIVERSIDAD BEN-GURION DEL NEGEV HALLAN QUE LOS EDULCORANTES ARTIFICIALES INTERRUMPEN LA COMUNICACIÓN BACTERIANA Y PUEDEN INFLUIR EN LA MICROBIOTA INTESTINAL

Los edulcorantes artificiales han reemplazado cada vez más al azúcar en muchos alimentos y bebidas. Sin embargo, sus beneficios para la salud a largo plazo siguen sin estar claros. Ahora, un equipo de científicos de la Universidad Ben-Gurion del Negev, dirigido por el profesor Ariel Kushmaro y la Dra. Karina Golberg, ha probado seis edulcorantes artificiales aprobados por la FDA y ha descubierto que interfieren con la comunicación bacteriana. 

Si bien ninguno de ellos mata activamente a las bacterias, tres de los seis afectan significativamente la comunicación, lo que, teorizan los científicos, podría provocar enfermedades digestivas y malestar. Sus hallazgos se acaban de publicar en la  Revista Internacional de Ciencias Moleculares. “El hecho de que las bacterias utilicen la detección de quórum para comunicarse entre sí revoluciona nuestra comprensión y nos permite ofrecer respuestas más claras. Los edulcorantes artificiales interrumpen esa comunicación, lo que indica que los edulcorantes artificiales pueden ser problemáticos a largo plazo”, dice el investigador principal, el Dr. Golberg.

Los científicos teorizaron que los suplementos deportivos contienen edulcorantes artificiales en cantidades suficientes para proporcionar una buena base para las pruebas, ya que los atletas controlan constantemente su ingesta. Probaron aspartamo, sacarina, sucralosa, acesulfamo de potasio (Ace-K), advantame y neotame. Se descubrió que tres (aspartamo, sucralosa y sacarina) inhiben significativamente la comunicación bacteriana. Al menos uno de los tres se encontró en todos los suplementos deportivos que probaron. Para probar los edulcorantes, utilizaron bacterias indicadoras bioluminiscentes cuya luminiscencia se reducía si se interrumpía la comunicación bacteriana.

“Hay un etiquetado poco preciso de los edulcorantes artificiales en los productos, lo que dificulta saber cuánto contiene cada producto. Nuestra investigación debería impulsar a la industria alimentaria a reevaluar el uso de edulcorantes artificiales”, dice el profesor Ariel Kushmaro, jefe del Laboratorio de Biotecnología Ambiental del Departamento de Ingeniería Biotecnológica Avram y Stella Goldstein-Goren de la Universidad Ben-Gurion. El Dr. Golberg es un investigador en su laboratorio. El profesor Kushmaro también es miembro del Centro Ilse Katz de Ciencia y Tecnología a Nanoescala de BGU. Investigadores adicionales incluyen: Victor Markus, Orr Share, Marilou Shagan, Barak Halpern, Tal Bar, Esti Kramarsky-Winter y el profesor Robert Marks de la Universidad Ben-Gurion. Prof. Kerem Terali de Near East University en Chipre y Prof. Nazmi Ozer de Grine American University en Chipre.

Fuente: https://www.eurekalert.org (07-10-21)